Y la dulce princesa delicada como la luna observo frente a ella el rostro de la bestia.. no lo había olvidado veía la misma furia en sus ojos, la volvería a atacar, a llevarla a la oscuridad, no le temía... no... ya no, se acerco a ella y paso sus afiladas garras por su rostro de cristal, rasgo su vestido, desnuda de nuevo frente a el, sintió la tibia sangre rodar hacia el piso, gravedad, pensó
Hola monstruo... bienvenido otra vez...
Me gusta tu redacción. Muy descriptiva. Sabes que García Márquez no escribió sus 100 años de soledad sino que unió todo lo que había escrito por décadas y lo convirtió en esa extraordinaria novela. Guarda todo. Quien quita. Besos.
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